jueves, 29 de julio de 2010

Hasta las bowlings

Para que veais lo dura que es mi vida, os voy a contar la prueba que tuve el otro día (que rima más maja me ha quedado)

La prueba era en un sitio llamado Cafe Hamlet, que tenía pinta de cutrecillo, pero tiene más tráfico que una autopista. Empecé a las 9 de la mañana y hasta casi la 1 no parecía que estuviese mal del todo. No muy lleno, yo haciéndome idea del sitio... 2 españoles (en cocina), 2 rumanos (en barra), el jefe, que ni idea de donde es pero es un hiperactivo y está medio zumbao. El sitio: dos pisos con unas 7 u 8 mesas cada uno, más una terraza de unas 8 mesas también.

Desde que llegué ya me dijeron que lo mío iba a ser solamente de camarera, nada de poner un solo pie detrás de la barra. Y que nos encargabamos el jefe y yo de todas las mesas. Y no estaba mal, hasta la hora de comer. Entre la 1 menos algo y las 3, no sabía si tirarme barandilla abajo o pegarme un tiro (bueno, sí, todos sabemos que eso es un poco inviable por eso de que no tengo una pistola, mejor volvemos a la barandilla, aunque un piso no da mucho de sí)

Había gente en toooodas las mesas, cola para esperar a comer... incluso un hombre se levantó y se fue porque tardábamos demasiado en servirle. Aún salió la rumana a coger pedidos y luego me decía el jefe que eso lo debería hacer yo... Y tampoco es que estuviese quietecita, ya tenía lo mío entre recibir y sentar a la gente, coger notas, llevar platos, vaciar y limpiar mesas (amén de limpiar los baños, el suelo o las mesas de la terraza "que se manchan por la contaminación", en mis ratos libres).

Como apunte, decir que el jefe se perdía detrás de la caja cobrando, así que todas las mesas eran para mí, y que la huchita de las propinas, la vaciaba en la caja...

Y encima de todo, al liberarme sobre la 3.30, aún me dice que bueno, que para ser un primer día no está mal, pero que podría estar mucho mejor. ¡Pero si no tengo ni zorra! Si el tío este supiera mi "superexperiencia" de camarera... más que nada porque desde que llegué aquí, mi currículum a engordado milagrosamente.

Y otro añadido, al día siguiente, otra chica haría el training y ya decidiría entre las dos. ¡Adivinad que!. No ha llamado ni para "sí" ni para "no". Ya empiezo a acostumbrarme a este país...

Besos desde Londres

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