viernes, 27 de agosto de 2010

Mi primer sueldo

Sí gente, sí, hoy Lovely lovely me ha pagado. Por lo menos tengo para el alquiler, la oyster, pagar algunas deudas (con Leyre, no pensemos que ya me he dado al juego y la bebida) y tomarme unas cervezas... Aunque el trabajo sigue siendo un palizón, y mi compañero se ha ido... ahora estoy sola hasta que encuentren a uno nuevo. Ya os cuento si sobrevivo.



Besos desde Londres
37 días para volver a casa

martes, 24 de agosto de 2010

lunes, 23 de agosto de 2010

Que curranta que soy, fíjate tú

Que laaaaaaargo se me van a hacer estas semanas en el trabajo... Para empezar, no tengo ni una triste silla para sentarme en 10 horas de trabajo (si descontamos los 20 minutos de escalones para comerme el bocata). Y luego está el jefe y el nuevo compañero.

Mi jefe, que yo entiendo que a su madre le entrara el capricho de llamar al nene Angelo, pero de esto tiene más bien poco... Tiene como una especie de tic nervioso que le impulsa a decir "lovely" cada 5 segundos, ya sea a un cliente, a nosotros o al aire (que igual se lo está diciendo él mismo mientras corta la lechuga). Y se pasa el día berreando. Debe ser su vena italiana (papá y mamá son italianos)

Mi nuevo compañero. Empezó al día siguiente de empezar yo. Es brasileño. Y no puedo contar mucho más de él, la verdad. Lo único es que tiene mucho interés en mi novio o no novio. Y chicas, anticipándome a vuestros comentarios: NO

Un beso desde Londres
41 días para volver a casa

domingo, 22 de agosto de 2010

Oxford

El domingo me fuí de excursión a Oxford, y está bien, pero lo realmente interesante del día fue la hora de la comida. Comimos en uno de los parques (de los muchos parques) que tiene la ciudad. Y justamente comimos al lado del río... y con los patos. El ataque de los patos asesinos diría yo. Rita (la italiana con la que fuí) no tiene otra que lanzar un trozo de pepino que no quería... y todos los gansos de los alrededores vinieron a investigar. Y no eran pocos. Además los gansos acojonan, que son grandes y tienen el pico lleno de minidientes... Y así pasamos la comida, asustando a los bichos (tirandoles agua, moviendo las piernas, escondiendo las manos con los bocatas en ellas...) pero ellos insistían... Y aunque no hay documento gráfico, os juro que hubo uno que hizo salto de vallas con mis piernas.



Y está claro que en Oxford hay universidades, pero de lo que viven (además de dar de beber a los estudiantes) es del turismo. Queda claro en la tienda de Alicia (sí, en le País de las Maravillas)



o en la visita guida de Harry Potter (vamos que te llevan donde se grabaron algunas escenas de la película) o en el folleto donde te dan la lista de universidades y que escenas de que películas sale cada trozo de esa universidad (porque esta escalera salío en tal película, no te lo pierdas)...

Besos desde Londres (y en mi único día off)

Cuenta atrás otra vez para mi madre (lo siento, Marina, pero tiene preferencia): 42 días para volver a casa

viernes, 20 de agosto de 2010

Actualizando ante de que a Marina le de un chungo

Muy bien, mundo, tengo que anunciar que tengo trabajo. La cosa es que he empezado hoy. No es gran cosa, la verdad, además de fregar y hacer cafés no hago mucho más, pero son bastantes horas y me pagan, así que para lo que me queda... es suficiente.

Para los curiosos, es un café-take away llamado Piccolo Bar. Está en Sloane street (cerca de Sloane square y al lado de la parada de metro del mismo nombre) y como vecinos de calle tengo a Cartier, Tiffany's, Hackett, Zadig and Voltaire...

Lo gracioso del tema es que tuve la entrevista ayer, y me dijeron que si podía empezar hoy (de 7 a 5, con 30 minutos de comida, 6 días a la semana y libro los domingos) Y cuando estaba tranquilamente en mi casa contando que ya tenía curro, van y me llaman de donde hice un prueba el miércoles para decirme que el trabajo era mío...

Para poneros en antecedentes, el training del miércoles fue en una cadena mexicana (Chilango) que estaba muy bien, pero eran pocas horas. Y encima para el mismo puesto estábamos haciendo la prueba 5 personas esta semana (vamos, que no tenía muchas esperanzas)... y me llaman a mí. Pero lo tengo de reserva, que me dijeron que aún les interesaría para alguno de los otros restaurantes si no me salía lo del otro trabajo.

Este es el restaurante Chilango por dentro:


Y esta mi gran cafetería...


¿No es irónico eso de pasarme mes y medio buscando algo y que ahora pegue una patada en el suelo y me salgan de debajo de las piedras?

Están locos estos ingleses.

Besos desde Londres

jueves, 12 de agosto de 2010

Master en sociología y antropología

Depués de 10 días trabajando de limpiadora en el hotel, he llegado a diferentes conclusiones. Y riete de los que se chupan un año o dos de master para entender a los humanos. Yo ya he creado hasta categorías. Los huéspedes, a pesar de que raramente les vemos la cara, tienen nombres, catergorías... Es todo un mundo.

Para empezar, se dividen entre "los ordenaditos" léase, los que te dejan hecha/estirada la cama, las cosas guardadas en el armario o la maleta, las toallas en un montoncito en el baño... Y luego están los cerdos consumados ("los guarros", para abreviar) que son los que no dejan nada en el lugar donde esperas encontrarlo. ¿Toallas? Entre las sábanas. ¿Papeleras? ¿Qué es eso?. Ropa encima de la cama, ¡pues ya la recogerás! Vamos, hermano mío, tu habitación pero en un hotel.

Al lío. Os voy a hacer una presentación de los más ilustres huéspedes a los cuales he tenido el honor de limpiarles la habitación (a veces cagándome en sus muertos, otras dándoles las gracias a sus madres).

1. La Cofradía del Santo Talco: Una señora que estaba sola en una habitación y, día sí, día también, me tocaba fregar todo el suelo del baño (arrodillada y a estropajo, no lo olvidemos) porque tenía dos dedos de polvo de talco. Pero todo el baño, no dejaba nada del color original.

2. Don Apañao: Un hombre que estuvo 3 días (que yo limpiase) y siempre SIEMPRE hizo todo lo que debe hacer un miembro de la tribu "ordenadito".

3. La rusa poco comunista: Una hija de la mafia lo menos, que vino de excursión consumista a Londres. Estuvo 5 días en el hotel (con el consiguiente gasto de casi 500 libras de habitación) y el día que se fue, me acordé de toda la mafia. Llené una bolsa de basura industrial solamente con sus restos, que consistían en bolsas de ropa (vacias, tristemente), cajas de zapatos (si no había media docena...), botes y botellas de productos de maquillaje y cosas varias... Un amor de chavala. Y además la muy bestia me deshacía todos los días la cama, sacándolo todo del sitio y no tiraba ni de la cadena...

4. Los de la 446: Que no tiene más nombre porque hoy es la primera vez que les hemos visto las caras o el cuarto. Hasta ahora solamente conocíamos el papel que han puesto debajo de la puerta durante 3 días consecutivos diciendo que no entremos a limpiar y no molestemos (de puta madre, su habitación me tocaba a mí, una menos que hacer)

5. Los suecos: Una pareja (suecos, noruegos o lo que sea, pero el alfabeto era de por el norte) La habitación pertenecía al equipo de los cerdos, pero lo más grande era la ropa interior de la mujer colgada de la cama... camisones de seda y ropa interior de encaje (para forrar la pared, vamos, no tengo claro que llevase algo más en la maleta)


6. El teólogo gay: Que no sabemos a que se dedicaría, pero gay era. Más que nada por las revistas gays que recogí el día que se marchó. Lo de teólogo viene porque tenía una pila de libros con títulos mundialmente conocidos como "Dios, ¿una invención?", "Grandes religiones monoteistas","¿Europa está acabada?"... y así seguíamos. Cabe destacar que el día que se fue, me dejó la habitación como si fuera la hermana pequeña de la rusa, todo lleno de bolsas de Topman, revistas gays y basura varia.

Y bueno, luego están los compañeros de trabajo... de las cuales solamente cabe destacar a Las Curvas. Las llamamos así porque en búlgaro "puta" suena parecido (aunque escrito no tiene nada que ver). Y como es su palabra favorita en el mundo para referirse a nosotras dos... ¡Porque ahora ya me peleo hasta con búlgaras!

Besos desde Londres, el lunes empiezo otra vez la búsqueda de empleo.

P.D: Mamá, me han salido en las manos callos y costras... Y he descubierto que en los nudillos pueden salir morados... Ya colgaré una foto de mis manos trabajadoras. Por 5 puñeteros pounds la hora...

viernes, 6 de agosto de 2010

El (aún triste) diario de una hacecamas

Pues sí, señores, hemos cambiado cometido. Más o menos. Ayer en vez de limpiar baños, hice camas y limpié las habitaciones (como parte del entrenamiento) y hoy ya me han dejado solita y haciéndolo todo... Tendría que poner una foto de mis piernas, que tienen manchas de un color morado bastante sospechoso. ¡Si es que soy flor de invernadero! Eso de ir arrastrada por el mundo me mola poco...

De todas formas, no voy a durar mucho en el trabajo. Alice, mi compañera de piso, se vuelve a Italia el dia 11 y en el pub donde trabaja necesitan a alguien para cubrir el verano, ¡así que vamos a ver como va el tema pub!

Básicamente porque el hotel, lo veo cada vez más negro. No es que tenga que currar, que si hay que hacerlo se hace, el problema es que les falta personal (ayer se fueron otras dos) y que hay mal ambiente. Esta mañana entro en la sala de personal (5 ó 6 personas desayunando) con un Hi! y la única que me ha contestado ha sido la española y riéndose porque aún intente ser amigable... Y además, no tengo días libres porque les falta personal. Y eso sí que no, que la esclavitud ya está abolida, a mí que no me jeringuen.

Y que me digan donde hay que firmar para lo de la plataforma pro-mocho que voy. Si es que esto de vivir en una isla... estoy casi segura de que aún no les ha llegado ni el chupa-chups.

Un beso desde Londres y gracias por los ánimos, que tranquilos que no me vuelvo si no es por ruina de las arcas... aunque personalmente prefiero éste, Isa:

P.D: Y para Marina, que he visto ahora tu comentario... No es que tomar el sol debiera estar reconocido, es que si TÚ te pones morena, debería estar remunerado. ¡Tantas horas que le habrás echado!

miércoles, 4 de agosto de 2010

El (triste) diario de una limpiabaños

Hoy he empezado a currar, y solo se puede resumir como QUEPUTAMIERDADETRABAJO. Básicamente eso. Para empezar, a las 7.30 me han puesto en la cocina (hacer tostadas, secar platos y esas cosas que suelen hacer los misteriosos enanos de las cocinas de hoteles) y luego hemos empezado con la limpieza de habitaciones.

Me han puesto con una chica española para que me enseñase, y menos mal, porque en el hotel anda cortos de personal y sobrecargan a los de la limpieza. No voy a contar los grandes misterios del porqué de que nuestras camas estén hechas y los baños limpios cuando volvemos de un duro día de museos o compras, solamente comentar que el mocho es un extraño objeto no conocido en estas tierras y el suelo del baño se limpia de rodillas y con las toallas sucias y que se cambia hasta la cortina de ducha... Y de riñones ya ni hablamos, de eso ni tengo. ¡Qué dura es la vida de limpiabaños por un día!

Y lo mejor de la jornada, dos habitaciones de árabes que teníamos que limpiar... y no han salido en todo el día de la habitación. A media mañana hemos preguntado (no, ahora no,volved a las 14.30). A las 14.30 hemos vuelto (ahora no, volved luego) Pero es que a las 4 ya nos vamos y no la limpiará nadie... (Bueno, vale, pero solo el baño y cambiad la funda de los edredones) Y ahí me ves, limpiando un baño mientras chapoteaba en cuclillas (baño completamente encharcado, debido a la ducha de la última de las hijas). Y cambiando sábanas mientras la otra nena se planchaba el pelo... angelicos ellas.

Besos desde Londres, igual hasta me veis antes de lo que pensabais.

martes, 3 de agosto de 2010

Y ahora a trabajar un poquito

Finalmente, voy a trabajar. No es que sea el trabajo de mis sueños ni nada parecido, pero no deja de significar dinero.
Es en un hotel cerca de la estación de tren de Paddington, de limpiadora. Lo malo es que empiezo a las 7.30 de la mañana y solamente tengo un día libre a la semana (que no coincide con fin de semana...). Pero ya tengo algo, y ya puedo buscar algo más, sin estresarme. Y por favor, nada de comentarios graciosos, ¡que os conozco a todos!

Besos desde Londres