Yo tengo mi contador de locos, eso se puede ver. Pero son locos "momentáneos", de esos que te dicen algo por la calle o que ves una escena (y te ríes). Pero ya cuando los locos vienen a tu lugar de trabajo como compañeros, eso preocupa un poco más.
El otro día vino al restaurante un pegajoso, bastante sobón. Y cuando se fue nos dijeron que trabajaría aquí... Y efectivamente, es amigo de mi manager y lo ha colocado por ahí. El tío es tan raro que nos tiene a todos un poco acojonados: habla solo (y muy enfadado), anda en plan Gollum (encorvado y a paso largo) y tiene las manos muy largas. A mí me ha tocado el culo y a otra compañera, le ha dado un mordisco.
Pero no pasa nada, con mi angelical mirada de "no te acerques" que todos conocéis ha decidido que no me cae bien (brillante, ¿eh?) Y se lo va diciendo a los clientes en cuanto me acerco...
Jajajaja joer Paula.. te ha ganado la del mordisco :D
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