miércoles, 29 de julio de 2009

Pequeña gran victoria

¡Lo conseguí! (Si estuvieramos en la serie Héroes, un japonés gracioso que pone cara de ir estreñido cada vez que viaja en el tiempo, levantaría los brazos y berrearía algo que suena como ¡YATTA!)



Bueno, eso, que he conseguido (yo solita) que los niños se vayan a hacer la siesta. Si fuera sincera, diría que he usado un sucio truco, los he chantajeado (si te vas a la cama, esta tarde te llevo al parque) pero mejor decir que lo he hecho yo solita y que tengo mucha mano con los niños ¿no?

Tristemente, mi breve victoria solamente me sirve para estar sentadita cara a una mesa con muchos apuntes de física... ¿alguien comparte mi sufrimiento?

En 36 días estoy en casa, un beso a todos los que tenéis que estudiar para septiembre

martes, 28 de julio de 2009

El nombre del viento


[…]

– Necesitaré tres días -dijo-. Estoy completamente seguro.

Cronista palideció.

-Pero el conde…

Kote hizo un ademán de desdén.

-Nadie necesita tres días- dijo Cronista con firmeza-. He entrevistado a Oren Velciter. A Oren Velciter, nada menos. Tiene ochenta años, pero es como si hubiera vivido doscientos. Quinientos, si contamos las mentiras. Él fue a buscarme –añadió con un énfasis particular.- Solo tardó dos días.

-Esta es mi oferta- se limitó a replicar el posadero-. O lo hago bien, o no lo hago […]

-Tardaré tres días en contarte la historia- lo interrumpió Kote-. Empezaré mañana. Eso es lo que te estoy diciendo.

-Si es la única manera, acepto.

-Me alegro.- El posadero se relajó y esbozó una sonrisa-. Pero dime ¿de verdad es tan inusual lo de los tres días?

-Sí, tres días es bastante raro. Pero… -su tono de voz ya no denotaba tanta altanería-. Pero… -hizo un gesto para expresar lo inservibles que eran las palabras- eres Kvothe. […]

-Sí, supongo que sí – dijo Kvothe con una voz de hierro. […]


Aquí termina el primer día de la historia de Kvothe. Continuará…

Jo, jo, jo, no tenéis ni idea de lo que habéis hecho, insensatos… Me habéis enganchado a otra saga.


En 37 días estoy en casa, un beso a los que me regalaron el libro sin pensar en las consecuencias.

domingo, 26 de julio de 2009

Y a lo tan craci...

Hoy toca el capítulo de la conducción. Ayer me fui en bus a Cesena y hoy he ido con mi familia a un parque de esos tipo Mundomar (que no he conseguido recordar que existía hasta hace un par de horas, Mundomar, digo)

Y que miedo se pasa, oye. Una vez me dijeron aquello de: verde, avanti avanti; ámbar, avanti avanti; rojo, es una sugerencia. Pues viene a ser esto mismo. Los intermitentes, son un adorno; las rotondas, sirven para adelantar; las carreteras de doble sentido, pasan a ser carreteras muy amplias de uno único... y así todo.

Y lo mejor es cuando la conductora del bus, hablando por el móvil, va y se salta una parada y te ves a todos pegando saltos (los que querían subir y los que pedían parada, vaya)
O cuando una conductora, cansada ya de la cola para entrar en una rotonda, se mete en contra dirección y hace la rotonda al revés hasta su salida.
O cuando la persona que va conduciendo (el conductor siciliano aquel) se gira en redondo para hablarte, con serio peligro de comerse una bonita señal roja.
O cuando al señor ciclista que va por en medio de la carretera le pitas para que se aparte un poco y te enseña en todo su esplendor su maravilloso dedo corazón.
O cuando lo de pagar el bus, está de más. Sirve igual subir por las puertas de detrás y salir por las de delante. Los conductores conducen y punto.
O cuando en medio de un parque me encuentro una puerta de coche roja, brillante y con logotipo de Porsche...

Y así va mi vida, viviendo entre locooooos.

Ah! Y eso si. Hoy he visto saltar delfines, y hacer magia con cerdos y gallinas, y un pony cansado de la vida, y muchos caballitos de mar... y bueno, en eso se resume mi día.

En 39 días estoy en casa, un beso a todos

sábado, 25 de julio de 2009

Hoy en el menú: Aventura en Cesena

Para empezar, si no habéis estado, no vengáis, no os perdéis absolutamente niente.

Lo primero, he ido a visitar la Roca Malatestiana, una mezcla entre fortaleza y cárcel. El recibimiento es una abuela bigotuda, que me ha cobrado la entrada y me ha dicho que me esperase sentada, que no había bastante gente para empezar la vuelta (no hay suficiente gente, quería decir que solamente estaba yo en todo el castillo). Al rato empieza a gritar como una descosía: Otelloooo, Otelloooo, Oteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeello (resulta que el marido se llamaba así, que además era el guía,) aunque con estos chillidos a mi me ha venido a la mente una cosa: OTELLO BATE, OTELLO PICA (gran trabajo aquel)



Como Oteeeeeelloooo no aparecía, me ha hecho ella de guía un rato. Me mete en un pasillo estrecho y sin ventanas y me dice: Me ha caído usted simpática, deme la mano. ¿Con que cara os quedáis? Porque la mía ha sido buena.

Después de tan traumática experiencia, Otelloooooooooo ha aparecido y ha acabado la visita... por lo menos no daba miedo!. Eso sí, el castillito, tiñoso un rato. Y el acceso... pa'verse matao. Os dejo por aquí "Il parco de la Rimembranza" (ja!) Esto es un parque, y no L'Eixereta.



Después, poco, que aquí las mañanas las acaban pronto. ¿Alguien entiende la necesidad de 3 horas y media para comer? Jolín, si la siesta es italiana 100%... Aquí las tiendas, a las 12.30 cerradas y tienes suerte si ves algo abierto antes de las 16. Y entre medias, las calles son como esas pelis de catástrofes que siempre te sacan NY sin una sola persona, con coches abandonados...




Sumando a eso que se cena sobre las 19.30 o 20... pues como para venirse a Italia!!


Como vi que os gustaron los pasos de cebrita sin ton ni son, os he buscado unos cuantos entretenimientos:

Primero, las aceras de Cesena, donde no gastan mucho en cemento.


Luego, la decoración tan particular de escaleras (esto solo es un acceso a una galería comercial)

Y por último,los manteles de las mesas de un bar... no tengo muchos comentarios sobre esto.

Para acabar mi aventura, tengo que decir que mi amigo el autobusero (de la vuelta) es siciliano, así que ojito con cabrearme, que tengo un pie en la Cosa Nostra...

En 40 días estoy en casa, un beso a todos

viernes, 24 de julio de 2009

Las aventuras de Paudemi viajera

Hola a todos!! He vuelto al mundo del blog por un momento de lucidez que tuvo Marina... aunque no se muy bien que querías que pusiera M, porque esto, aunque es entretenido, no es para escribir una novela, a no ser que quieras saber el color de las caquitas del nene, el calor que hace o que se me comen los mosquitos!!

Bueno, ya se me ocurrirá algo para rellenar el blog... aunque bien pensado, Marina, lo podríamos compartir "Paudemi y Mafrase on the road"

De momento, aquí os dejo mis nuevas Converse (regalo de la famiglia) y el juego que hay que regalarle a Marina por navidades:

Sí, lo sabemos, no puedes remediarlo, eres adicta al rosa y al estilo barbie. En cuanto pueda, te cuelgo algunas fotos de la "sfilata".