El Castello Sforzesco es, junto al Duomo, uno de los principales símbolos de Milán. Construido en el siglo XV por Francesco Sforza sobre los restos de una fortificación anterior, hoy en día alberga un buen número de museos. Todos ellos están en lo que antes era el interior del castillo, por lo que también se puede ver los frescos y decoraciones y uno de estos salones, el más conocido, fue pintado por Leonardo da Vinci (no en vano tiene un archivo/museo dedicado solo a él, también ubicado en el castillo)
En sí, los museos no son una gran cosa, pero la entrada vale poco (3 euros, 1.5 reducida y para menores de 25, gratis). y como prácticamente todo lo que tiene está relacionado con la historia de Milán, no está de más echarle un ojo. No estamos hablando del British Museum o del Louvre, pero tienen alguna cosa interesante y que, por no esperármelo, me ha sorprendido. Los museos van desde el Museo Egipcio (con unas cuantas momias y sarcófagos) hasta el Museo del Mueble (con muebles desde el siglo XV hasta piezas reeditadas actualmente de Molino, Sottsass...) pasando por el Museo de Arte Antiguo o la Pinacoteca y algunos más.
Y justo en estos dos últimos es donde me he encontrado "mis" sorpresas. En la salida del de Arte Antiguo hay una escultura, expuesta sola y con bancos alrededor... ¡¡y es nada más y menos que la Piedad Rondanini de Miguel Ángel!! (para los que no seáis unos frikis que os emocionáis con tales cosas, leed la siguiente entrada). Y en la Pinacoteca, también en la salida (les va lo de salir a lo grande) hay dos obras de uno de los pintores que más me gustan, Canaletto.
Eso sí, deben de ser los museos peor iluminados de la Historia... ¡o eso o empieza a pasarme como cuando dibujabamos farolas!
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