lunes, 19 de marzo de 2012

Excelencia culinaria

Para que se vea que vivimos en un país de variedad gastronómica (amén de la racial), vamos a enumerar un par de las delicatessen que se pueden apreciar por estos lares:

- Ponerle vinagre a las patatas fritas (me viene a la cabeza Laia diciendo ¿Que queeeee??) - No entiendo el concepto, y eso que soy fan de los vinagres... Pero si las patatas fritas deben de ser crujientes y las rocias con vinagre, digo yo que se ablandarán, ¿no?

- Poner aceite y vinagre de Módena en un plato y mojar pan en él. Así, a palo seco, como aperitivo. No es mojar el pan en los restos de la ensalada, no, es preparar un plato de eso a propósito. Claro, luego les enseñas el concepto al pan se le pone "pantumaca" y flipan.

- Comer una ensalada o un plato principal acompañado de café/té/chocolate caliente... El agua para ducharse, que sabemos que el chocolate pega con la ensalada de langostinos cosa fina.

- Asar una patata, abrirla por la mitad y rellenar como si de un sandwich se tratara, con alubias blancas con tomate (más conocidas como baked beans y sacadas de una lata). Y tener el valor de a) Ponerle nombre propio (Jacket potatoes) y b) Considerarlo plato nacional.

La verdad es que no se me ocurren más aberraciones. Pero haberlas, haylas.

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