Creo en las golondrinas. Creo en
que Apple está sobrevalorado. Creo en los reencuentros en el Rincón Latino a
base de mojitos. Creo en Alfredo. Creo en el olor a tierra mojada tras una
tormenta. Creo en las conversaciones eternas con los amigos. Creo en el libro
de papel. Creo en que la purpurina y el strass
los inventó Luzifer. Creo en el feeling
con una ciudad. Creo en la sobremesa. Creo en el sonido de los grillos. Creo en
el olor a café y croissants por la
mañana. Creo en el sonido de una buena mascletà.
Creo en los sombreros. Creo en la entropía. Creo en escribir a mano. Creo en que los ingleses son
una isla de piratas. Creo en creerse la RAE e inventarse palabras nuevas. Creo
en las camisas por dentro. Creo en que los tacones de 15 centímetros los
inventó un hombre. Creo en no poder hablar por culpa de la risa. Creo en andar
por la calle solo de madrugada. Creo en las librerías de segunda mano. Creo en
las botas de agua. Creo en saltar en los charcos. Creo en "Ves-te'n a fer
la mà" y otras "espardenyaes" intraducibles. Creo en las películas de Billy
Wilder. Creo en las mañanas de domingo. Creo en que los cinturones fueron inventados con un motivo. Creo en que
añadir sabores y colores al vodka es pecado. Creo en las miradas que matan. Creo
en que deberíamos seguir los pasos de la Inquisición empezando por Pitbull.
Creo en que los locos me persiguen. Creo en Audrey. Creo en gesticular como forma de expresión
básica. Creo en tirar bolas de nieve por la espalda. Creo en tener más libros
que estanterías. Creo en reírse solo recordando buenos momentos. Creo en la
ironía. Creo en una ducha hirviendo como terapia anti estrés. Creo en el
silencio. Creo en la ortografía. Creo en reírse de absolutamente todo en noche
de entrega. Creo en las ciudades de noche. Creo en la frase "¿Te acuerda
de cuando...?". Creo en el arte callejero bien entendido. Creo en los
cocidos de mi madre. Creo en los "dos dedos de frente". Creo en perderse como forma de turismo. Creo en que hay
amigos que son familia. Creo en que mi familia es sagrada.
Creo en tantas cosas
que me dejo algunas en el tintero.
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